- Limpia tu rostro a fondo.
- Aplicar un aceite hidratante, sérum o mascarilla.
- Con una presión suave, rueda desde el centro de la cara hacia afuera. Repite en ambos lados de tu cara. Utiliza el rodillo más grande para la cara y el cuello y el rodillo pequeño para las áreas delicadas alrededor de los ojos y la nariz. Puedes usar tu rodillo todos los días durante 5-10 minutos.
- Elimina toxinas.
- Reduce la hinchazón.
- Alisa las arrugas y líneas de expresión.
- Ilumina la piel del rostro.
- Mejora la elasticidad de la piel.
- Alivia el estrés y la tensión.
- Promueve el drenaje linfático.
- Reduce las ojeras bajo los ojos.
- Alivia la inflamación y el enrojecimiento.
- Estimula el colágeno cuando se pasa sobre los puntos de acupresión.
- Mejora la circulación sanguínea y tono de piel para un brillo saludable y juvenil.
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